Este fin de semana rompí sin querer un viejo florero de cerámica que heredé de mi abuela. Por algún motivo no quise tirar las piezas, y probablemente haya sido el destino el que me hizo encontrar, navegando por la infinita web, lo que es el Kintsugi.
Le tenemos que dar la derecha a los japoneses y su eterno amor por las tradiciones y el preservar los objetos. El kitsugi (o kintsukuroi) es un método que inventaron para reparar cerámicas rotas con una laca especial mezclada con oro, plata o platino. La filosofía detrás de esta técnica habla de reconocer la historia que posee el objeto y visiblemente incorporar el arreglo en la pieza, más que esconderlo. El proceso usualmente resulta en una bella pieza final, para no perder los recuerdos y seguir sumándole nuevos.