Los personajes son aniñados y un poco desquiciados. Gesticulares al extremo, oscilan entre la risa y la lágrima de una viñeta a otra y manifiestan la exageración humana en una caricatura simpática y lúdica. Cuando alguien suponga que un artista es parecido a otro debe, sin dudas, preguntarse quién está detrás de la obra. Recién a partir de ahí logrará entender que cada pulso es único y cada imaginación un mundo diferente. Bienvenidos al de Caribay, una venezolana que eligió Argentina para desplegar sus locuras.
Tus trabajos tienen una mirada esencialmente cotidiana. ¿Qué te inspira a la hora de dibujar?
Muchos lugares de mi día a día son fuente de inspiración. Cuando estoy sentada en el sofá viendo alguna serie y jugando con mi gato, paseando con mi novio y escuchando a mis amigos. Todo me puede disparar algo. Hasta hacerle un chiste a un niño disfrazado de Spider Man en la fila del supermercado. La inspiración está en todos lados. A veces se esconde, pero con bastante atención se aparece y te ilumina.
¿Qué considerás que refleja tu identidad artística?
Creo que es una pregunta poco fácil de responder, es algo que pocas veces puedo reconocer yo misma. Pero, de alguna manera, creo que los colores estridentes, las caras de sufrimiento y alegría con un pequeño toque chistoso pueden ser aspectos que se mantienen constantes en lo que hago y son una referencia de mi estilo personal.
¿Dibujar es un método catártico?
¡Totalmente! Dibujando logré superar corazones rotos y llené varios diarios íntimos para soltar y desprenderme de lo que sentía. Recuerdo haberme encontrado parada frente a un lienzo de 2×2 mts. totalmente hipnotizada por las manchas del acrílico y nunca me sentí tan feliz.
¿Qué sensaciones deseás reflejar en tus obras?
Me encanta cómo se ven las expresiones dramáticas. Desde las incomodidades, el sufrimiento y la alegría extrema hasta el susto o el asombro. Todo siempre desde una mirada exagerada y dramática pero divertida.
¿Cuáles son tus momentos de mayor inspiración y ganas de dibujar?
Suelen ser los más inoportunos. En el medio de una charla y cuando tengo mucho trabajo acumulado. A la vez, amo poder despertarme un domingo sin tener que ordenar la casa y solo sentarme a tomar una taza de café merideño -de mi ciudad natal- y poder dibujar sin ningún plan u obligación. Dibujar porque sí es uno de los placeres más gratos que tengo.
#MeGustan De Argentina siempre admiré a Quino. Hoy me encanta María Luque, Brunancio y Guardabosque. De Venezuela recomiendo a Gabiabi, Melart, Natali Koromoto y Susana Suniaga, entre otros tantos.