Irse y volver, arrancar por un camino y desviarse en el trayecto… creo que son historias cercanas, o al menos familiares, para todos nosotros. Julián Brangold es un artista argentino que después de haber vivido varios años en Berlín le dio un vuelco radical a su carrera, volvió al país y se volcó a los tatuajes. Abrió un estudio en colegiales donde propone una manera distinta de experimentar el arte: obras, tatuajes y colaboraciones musicales. Hoy se los presentamos en 5 preguntas.
¿Qué te llevó a mudarte a Berlín y ahora estar de regreso en Buenos Aires?
Me fuí por motivos internos y volví por motivos externos. Me mudé a Berlin porque me sentía estancado en Buenos Aires, estaba cansado del arte que estaba haciendo, del mundo del arte de Buenos Aires y siempre tuve una inquietud por tener la experiencia de vivir en otro lado. Necesitaba otro tipo de estímulos y definir qué camino tomar con respecto a mi carrera artística. Y volví porque si bien Berlin es una ciudad increíble y estimulante, en Buenos Aires tengo una red de afectos y relaciones laborales que allá nunca desarrollé. Volví con un proyecto específico y ambicioso y creo que Buenos Aires tiene para ofrecerme un terreno mucho más fértil para llevarlo a cabo que Berlín.
¿Cómo fue el paso de hacer arte en una hoja a plasmar tu arte en la piel? ¿Qué es lo que encontraste en esto último que te cautivó?
Cuando llegué a Berlin estaba en la evidente búsqueda de una forma de expresión nueva, necesitaba renovar mi relación con la expresión artística. Eso me perimitió la permeabilidad para descubrir el mundo del tatuaje como expresión artística que sucede en Berlin, donde artistas contemporáneos hacen tatuajes como obra. Me pareció cautivante que existiera una forma de arte que tuviera un impacto tangiblemente inmediato en una persona. El tatuaje empieza y termina y cuando se termina esa persona ya no es la misma, tiene ahora incorporada una obra tuya como parte de su cuerpo. Qué manera más impactante y directa de darle algo valioso a alguien que plasmarle una obra de arte en su cuerpo? La reacción cuando la persona se levanta y se mira en el espejo, y ve la obra y su cuerpo ya no es el mismo… Es la única forma de arte que permite esa intensidad.
¿Cómo describirías tus tatuajes?
Actualmente puedo describir las obras que me gusta tatuar sólo describiendo un compendio de características, porque no sigo ningún estilo existente, y probablemente vaya cambiando y mutando. En este momento me gusta tatuar obras con elementos relacionados al arte clásico, como esculturas de la antigua Roma, descriptas con líneas simples e intervenidas con elementos de la estética digital, como el glitch informático y la desprolijidad de pixels aleatorios.
¿Qué tipo de piezas son tus favoritas a la hora de hacer uno?
Últimamente estoy obsesionado con las esculturas. Cuando tengo la oportunidad de tatuar una figura de una escultura intervenida, destruída y reconstruída, y que linde lo abstracto, esas son las piezas que más me gusta tatuar actualmente.
Si pudieras tatuar a cualquier persona con un motivo a tu elección ¿Quién y qué sería?
Tatuaría a Donald Glover, y me gustaría que hagamos una pieza abstracta desarrollada en conjunto, quizás en base a su música y el estilo de mi obra. Me resulta uno de los artistas contemporáneos más interesantes, para colaborar y para conversar también. Tendría el doble valor de poder tener una charla durante la sesión.