Los canales del centro histórico de Brujas tienen desde el pasado mes de mayo un nuevo habitante. Un pabellón flotante de llamativos colores, con el que el estudio de arquitectura español Selgascano llena de luz y color la conocida ciudad belga, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2000.
El pabellón forma parte de la segunda edición de la Trienal de Brujas, que desde el 5 de mayo y hasta el 16 de septiembre se celebra en Brujas. Organizada por Till-Holger Borchert y su co-comisario Michel Dewilde, la iniciativa busca convertir la ciudad belga en un espacio dinámico, a través de 15 obras de arquitectos y artistas contemporáneos distribuidas por la ciudad.
Bajo el lema “La ciudad líquida”, la Trienal responde a la teoría de la “sociedad líquida” de Zygmunt Bauman (1925-2017). En el año 2000, el sociólogo y filósofo británico nacido en Polonia estudió la globalización y su influencia en una sociedad en constante cambio y evolución.
La orgánica estructura contrasta con las construcciones de ladrillo típicas de Brujas y el cielo plomizo que normalmente cubre la ciudad. “Hemos apostado por una estética tropical, que introduce el sol y el carácter mediterráneo en la ciudad”, explican los arquitectos.