Como todos los años, el Grand Palais se vistió de fiesta para la presentación de la colección Haute Couture SS 2013 de Chanel. Pero una fiesta muy particular, bien a lo Lagerfeld, con arena blanca, caminos de madera y un bosque completo, con árboles y sonido de pajaritos incluidos.
La colección, inspirada en “A Midsummer Night’s Dream” arrancó con los clásicos tweeds de la maison para el día, que se reversionaron con una propuesta moderna y hombros marcados, la consigna del diseñador para la temporada. Como aves exóticas, las modelos se acercaron tímidamente al público enfundadas en botas peep toe de cuero y encaje por encima de la rodilla y guantes metalizados, que fueron la constante para dar paso a una tonelada de plumas, colores suaves, tonos metalicos y mucho tul y encaje
Casi como si fuera el tema de la temporada, las flores se hicieron presentes en la pasarela del Kaiser: aparentes estampas hechas con pequeñisimos y precisos bordados, tridimensionales o hechas con lentejuelas, un mar de pimpollos. Sin miedo a las cantidades fueron 68 looks en los que se pasearon las modelos, etéreas, como pequeños pajaritos queriendo remontar vuelo, por el bosque de Chanel.
A pesar del vuelo casi fantástico en el que remontó Lagerfeld a su audiencia, el show tuvo un cierre anclado en la realidad. Kati Nescher y Ashleigh Good enfundadas en tul, encaje y plumas fueron las dos novias de una pareja perfecta, en un guiño a la decisión del gobierno francés de legalizar el casamiento entre personas del mismo sexo. Chanel, y Lagerfeld, están de celebración.