Etéreo, chispeante, majestuoso, el epítome de la dellicadeza tiene nombre y apellido. Elie Saab presentó su colección Haute Couture SS 2013 en París y logró, como siempre, deslumbrarnos.
Montañas de canutillos, encaje, lentejuelas, bordados, chiffon e incluso hilo metálico se apilaban en el estudio del libanés meses atrás, para lograr con cantidad de material prendas livianas como el aire. Es increíble como Saab logra que lo recargado se vea liviano, tal vez en esta ocasión ayudado por lo que se vió como un ensayo en los niveles de transparencia.
Los cristales bordados insignia del diseñador esta vez se desperdigaron a lo largo de vestidos con tules, ceñidos a la cintura por los ya usuales cintos, o con cola de sirena. Retomando la estética de los 50s, el diseñador presentó una nueva silueta, más corta y con falda amplia.
Y no solo hubo innovación con el cambio de década sino con una incursión en las capas, como las hubiera presentado Tom Ford hace algunas temporadas, en este caso con un aire minimalista y la espalda dividida. La paleta se paseó por los marfiles, corales, celestes y rosados y se complementó con brillantes toques de rojo y negro.
Brillante, como las prendas, como los detalles y como todo lo que presenta Elie Saab. Bravo.