Un concepto y una alfombra roja, cinco firmas, cinco diseños y cinco jurados. El pasado lunes el Hotel Faena se vistió de gala para la quinta edición del Fashion Edition Buenos Aires, un concurso que busca encontrar jóvenes promesas que representen a Argentina en las pasarelas del mundo.
El objetivo parece simple pero dista de serlo. Ganar significa ser el más innovador, tener especial atención a la producción y, sobre todo, coherencia conceptual a la hora de sintetizar la consigna de este año: “Silueta del Sur”, una forma regional, de identidad local, que identifique a la manera de vestir de los argentinos. No es solo por el honor, el premio le brinda al ganador la posibilidad de presentar su colección en un Mercedes-Benz Fashion Week Internacional y $50.000 para desarrollarla.
Fueron cuarenta y luego solo cinco los seleccionados por el jurado de expertos conformado por Delia Cancela, Gustavo Lento Navarro, Andrea Saltzman, Turquesa Topper y Ana Torrejón. “Los trabajos seleccionados reflexionan sobre la identidad desde distintos lugares, lo cual provoca estéticas y compromisos formales muy distintos” afirmaban los miembros del jurado luego del primer proceso de selección. Y vaya si los resultados fueron eclécticos.
La apertura del desfile estuvo a cargo de tres consagrados diseñadores que resultaron en su momento ganadores de ediciones anteriores del concurso. Pablo Ramírez, Cora Groppo y Yanina Solnicki presentaron colecciones especialmente diseñadas para la ocasión, con Ramírez abriendo la pasarela con Eliana Bertolusso enfundada en la tradicional silueta negra del diseñador, seguido por Groppo y una versión dorada de su colección Rino y con El Camarín en el cierre con una versión del punk en encajes y transparencias.
El concurso arrancó con la propuesta de Nicole Terrab y “N” una colección que con siluetas sueltas pero líneas estrictas, paneles arquitecturales y recortes asimétricos hizo del blanco absoluto y la geometría sus fuertes. Le siguió sin respiro “333” la línea que desarrolló Teresa Giarcovich inspirada a partir de las huellas que han dejado las inundaciones. La propuesta, muy ligada con lo artístico, superpuso capas y texturas en pastel y dejó en evidencia la maestría de la diseñadora con las artes plásticas.
Joan Martorello fue el encargado de la tercera pasada, y nos vuelve a sorprender con la presentación de “A1”, una línea en la que retoma la rusticidad que lo caracteriza de una forma más depurada, con cierta delicadeza en la caída de las telas y el armado de la silueta, sin dejar de lado su costado atrevido con sorprendentes toques de naranja en capuchas de lana y notas de color en las prendas. Música y corazón fueron los protagonistas de Profeta-Style, la firma de Agustina Delgado Recke y Florencia Gómez Popowicz, que al ritmo del sorprendente Le Freak Selector apostaron a los metalizados y al sportswear en una línea que nos dejó bailando.
Sería el cinco el número de la suerte, y fueron las TREGUA, Natalia Casal, Lucía Cornejo y Marina Rulli, las encargadas de cerrar el concurso y llevarse a casa el bien merecido primer puesto. Volviendo a los orígenes, las diseñadoras retomaron en las estructuras antiguas de miriñaques y corsets y las fragilizaron con recorridos de hilo, conductores en las cinco piezas que desfilaron por la pasarela y elementos básicos para los telares que inspiraron la colección. La silueta acompaña al cuerpo y se debate entre las flappers de los años 20 y los tops recortados de los ochentas, logrando una combinación encantadora. Y así lo sentenciaban los jueces “Los hilos trascienden el cuerpo y trascienden las prendas para plantear nuevas siluetas. La propuesta otorga valor a la experimentación y hurta con cierta magia un oficio ancestral… el telar”.
