Todos somos fans de jugar con los legos y conozco muy poca gente que pueda resistirse al chocolate. Bajo esa premisa es que el ilustrador y diseñador japonés Akihiro Mizuuchi diseñó un sistema modular para crear ladrillos LEGO de chocolate, que no solo sirven para hacer miles de objetos sino que también pueden comerse. ¿Se derretirán en las manos o en la boca? Habrá que probar…