Desde que dejé de trabajar en relación de dependencia, hace un par de meses, para arrancar freelance desde casa tengo una sola en mente: dejar de usar la mesa de la cocina como escritorio.
Es fija ¿verdad? llega la hora de trabajar con la compu y la primera superficie plana que se cruza en el camino se llena de papeles, cables y biromes para convertirse en una oficina itinerante. Pero lo único que logramos es desordenar más la casa, y creo que no hay peor forma de arruinar un espacio creativo que no tener un lugar estable para trabajar.
Así que en estos días estuve buscando inspiración para armar un pequeño escritorio, una oficina para el hogar. Algo no muy complicado (de ahí la abundancia de mesas en caballetes), que sirva para encontrar un lugar prolijo desde donde escribirles. En la galería, va la inspiración para los que están, como yo, buscando un espacio de home office. Ojalá en un tiempito podamos compartirnos los resultados en Instagram…