Aesop es una marca australiana de belleza que arrancó en Melbourne en 1987, con la idea de crear productos superlativos para la piel, el pelo y el cuerpo. Su combinación perfecta entre ingredientes de orígen natural y químicos lograron posicionar a la marca entre las más prestigiosas, especialmente gracias a su rango de productos con anti/oxidantes.
Su packaging es icónico y fácilmente distinguible. Simples botellas de vidrio marrones con etiquetas en crudo, un sistema perfecto que unifica a la marca y la ata a una estética retro-minimalista, con un aire a vieja farmacia.
Pero la frutilla del postre son sus más de 100 locales diseñados por más de 20 firmas de arquitectura y diseño. Desde sus inicios fue filosofía de la marca diseñar cada local con la intención de respetar el contexto en el que se ubica, usando tanto diseñadores locales como elementos autóctonos para la ambientación de los interiores.
Así es como nos encontramos con el techo del local de Adelaide, realizado con más de 7500 botellas, o uno de los locales de New York construido con más de 400.000 copias recicladas de el New York Times. Esta estrategia es lo que hace que no encuentres un local de Aesop igual a otro en ningún lugar del mundo.