La oficina aflalo/gasperini firma el nuevo proyecto de la escuela internacional Avenues: The World School, en un punto arborizado y tranquilo en el barrio Cidade Jardim, en la capital Paulista. La unidad de São Paulo, inaugurada en agosto, es la segunda en el mundo y está compuesta por ambientes sustentables, agradables y que incentivan la creatividad de los alumnos.
El desafío del proyecto fue transformar una estructura existente, de un edificio de oficinas, en una escuela con programa diversificado, dinámico e interconectado. La solución arquitectónica fue el retrofit del edificio con la distribución de diferentes grados de primaria y bachillerato en los pisos, creando espacios internos que permiten la visualización entre sí, para incentivar la comunicación e intercambio de experiencias entre los alumnos de diferentes edades.
Para áreas de actividades complementares fue construido un nuevo edificio adyacente con espacios para teatro, gimnasio, un patio cubierto, canchas y plazas descubiertas. El dialogo de lo nuevo con lo existente posibilitó una mayor proximidad e interacción entre los pisos de aulas y los espacios de uso común.
La secuencia de volúmenes en diferentes alturas crea un acceso directo a áreas externas en diferentes niveles del edificio, enalteciendo la relación interior y exterior en la escuela. Las cubiertas del edificio – ocupadas por canchas y terrazas – poseen una visión magnifica del skyline de São Paulo. “La intención de los espacios de ocio en las cubiertas, fue crear una conexión de los niños con la ciudad, para que el contacto con el ambiente externo sea también utilizado como espacio lúdico de aprendizaje”, explica José Luiz Lemos, socio-director de aflalo/ gasperini.
En los espacios internos fueron proyectados ambientes con calidad ambiental, con jardines internos, pies derechos duplos, colores e interacción lúdica con la arquitectura, para ofrecerle una dinámica diferenciada al proyecto. Áreas comunes y pasajes son usados para aprendizaje y proyectos interdisciplinares, como la escalera de madera que también tiene función de graderío.
En las cantinas es posible ver las estructuras del local, pensadas de tal modo que instigan e incentivan la curiosidad de los niños, así como cada detalle de la escuela, que tiene su decoración interna firmada por la oficina de arquitectura DM/AM. “Los trabajos paisajísticos, arquitectónicos y de interiores fueron un trípode esencial para la escuela. Ellos se complementan y moldan uno con el otro al traer calidad para los espacios” complementa José Luiz.
La fachada realza el contraste de la construcción existente con la nueva. En las aulas, bloqueadores solares horizontales protegen el edificio de iluminación directa y bandejas de luz internas potencializan la iluminación natural. En las áreas comunes, placas de tela metálica perforadas garantizan la protección solar y la ventilación natural necesaria, además de uniformizar la volumetría y conferir un carácter contemporáneo a la arquitectura.
