Cuando me puse a escribir esta nota, quise arrancarla hablando de la historia, de la trayectoria y la evolución de una marca que siento está desde siempre con nosotros. No les explico mi sorpresa cuando encontré que nuestra primera nota fue hace apenas un poco más de un año, y me negué rotundamente a aceptar que fuera verdad. “Hay algo mal en las fechas” aseguraba, mientras Google me contradecía. Las fechas estaban bien y era yo la que estaba equivocada: recién en su cuarta temporada y sumándole solo meses a este año de vida, Blackmamba supo convertirse en uno de los mayores referentes de la moda argentina, con un estilo único, inalterable y, por sobre todo, con mucha (muchísima) onda.
Era hora que se sumaran a las grandes ligas. En el marco del BAFWeek los Blackmamba presentaron en una Galería Braga Menéndez inmaculada su nueva colección, “Ceremonial”, continuando con su constante conexión con lo místico y encontrando en la magia la inspiración para una propuesta brillante. Las influencias para su creación llegan de la mano de los textos de Aleister Crowley, el ocultista y mago ceremonial que influenció las obras de grandes artistas, desde Los Beatles, pasando por Umberto Eco e incluso sirvió de inspiración para cuando Jimmy Page tuvo que escribir para Led Zeppelin ese temita llamado “Stairway to Heaven”.
De su novela “Moonchild” surgen dibujos, incripciones y morfologías que se descubren a lo largo de la nueva colección, con tipologías de influencias callejeras, tendientes al oversize y con superposiciones de capas que alargan la figura, pero también cortes que dejan la parte media del torso al aire para generar un nuevo look. Se suman las transparencias en gasas de seda y redes, que le agregan a la propuesta una cuota de sensualidad voraz. Como siempre, el infaltable cuero, en este caso grabado en crocco y pitón, dice presente en camperas, pantalones, vestidos y accesorios, una alusión a los animales salvajes que ya son un ícono de la marca.
Las sorpresas son varias y marcan el constante movimiento de una casa que sabe evolucionar. La paleta para este verano modifica su foco, dejando al eterno negro que caracteriza a la firma en un segundo plano para llenar de luz el verano con un blanco impoluto, complementándose apenas con unos toques de beige y azul marino. Además, se suman los trajes de baño y vestidos largos aptos para las noches de lujo, como también una línea de básicos mucho más amplia con piezas esenciales tanto para el día como para la noche. Y no pueden faltar esos accesorios fabulosos, adorados y homenajeados al infinito pero nunca superados.
Es así, casi como por arte de magia, los Blackmamba vuelven a hacerse dueños de la temporada. Los trucos seguirán siendo un misterio, al menos, hasta la próxima temporada.
Fotos por Soledad Rodríguez