(Antes de comenzar esta nota, se recomienda fuertemente a los lectores a dar play al artista presente en el link de arriba).
El cuarto de Thibaut Berland, allá por los suburbios parisinos hace algo más de 2 décadas, no era como el de los demás chicos. Donde normalmente hubiéramos encontrado alguna consola de Nintendo o la primera versión de la PlaysStation, en su lugar veríamos un reproductor de vinilos con discos de Hall & Oates y The Beach Boys. No habrían posters de Nirvana o Michael Jordan, pero sí de otro Michael, el Rey del Pop: Michael Jackson.
El joven Thibaut no estaría obsesionado con Jurassic Park sino más bien con las películas animadas de Disney. Fanático de los dibujos animados, se crió teniendo a Glen Keane como ídolo (el dibujante de La Sirenita, La Bella y La Bestia, Tarzán, y Pocahontas, entre otros).
Esto lo llevaría a estudiar animación en la universidad Supinfocom y dirigir un corto ganador del Festival Internacional de Animación de Ottawa celebrado en 2005, y otro en Stuttgart el siguiente año. Al mismo tiempo, pasó a dirigir varios videos y spots publicitarios.
Pero nada de esto lo satisfacía. Mientras intentaba hacer despegar su carrera como director y animador gráfico, probó suerte mezclando y produciendo música como DJ. Comenzó a pasar música en clubes del under de París, para luego producir y subir sus remixes en MySpace, haciéndose con una pequeña audiencia de seguidores.
Remixeó a varios artistas de la movida french house, pero fue su remix al dúo Justice lo que llamó la atención de su discográfica, Ed Banger Records, quienes lo firmarían como parte de la plantilla en el año 2009.
Es ahí cuando descubre que puede dedicarse a la música, aún manteniendo su pasión por la animación. Y todo esto: Michael Jackson, Disney, la escuela de animación y la producción musical, convergieron en su primer single y éxito instantáneo al que llamaría “Baby I’m Yours”, en el año 2010.
Baby I’m Yours lo catapultó a otro nivel. Lo catalogó como productor y lo llevó a codearse con los grandes de Francia. Y a pasar a ser conocido para el mundo, como supo serlo bajo su pseudónimo en MySpace, Breakbot.
2010 no sólo definió su nombre artístico, sino que lo ayudó a dar a conocer su estilo. “Baby I’m Yours es una combinación entre el pop moderno, el funk de los ’80 y la música disco de los ’70”. Así lo define, y se define, en una entrevista. Y así se convirtió también en un referente de este nuevo género, revival de los ’70 y ’80, llamado Nu-Disco.
Todo esto sin perder su esencia. “Los gráficos son muy importantes para la música”, declararía más tarde, “así las personas te recuerdan más”. Y en eso tenía razón, y lo demuestra con el videoclip de la canción, que se mantiene icónico no sólo por su ritmo bailable y alegre, sino también por ser una increíble animación en stop-motion hecha a partir de más de 2000 acuarelas.
La voz, por otro lado, proviene del artista Irfane, también francés, y a quien conoció a través de Ed Banger. Como también le pasó a RAC (ya se los presentábamos por acá), Breakbot convocó a otros artistas ante su falta de habilidades para el canto. Aunque eso sí, se anima a bailar: “I’m such a good dancer, I’m gonna show you my moves later”, proclama en la misma entrevista que citamos anteriormente, hecha para Last FM y que podrán encontrar abajo.
Los siguientes años fueron seguidos por nuevos hits, como “Fantasy” y “One Out of Two”. Ambos continuando con la firma Breakbot: nu-disco, un feel meloso pero que invita a moverse sonriendo, letras chic-románticas y un videoclip con una estética impecable (algo que veremos presente en todo el arte de los músicos de Ed Banger Records, como Justice, Cassius, Sebastian, Mr. Oizo, y los demás).
Acto seguido, en el año 2012, compiló a los mismos tracks, escribió y sumó nuevos temas, y nos entregó su primer álbum: By Your Side. El disco es una oda al ítalo-disco de la década del ’70 y al boogie y funk de los ’80, con una vueltita moderna a través del aporte eléctrico de los sintetizadores y teclados. Pero el groove y ritmo que transmite al instante es genial. No puede ser más cool. Y la ironía es esa: el chico tímido, geek, que todavía se pone nervioso antes de tocar en vivo, es a la vez un tipo de lo más cool, que nos hace bailar con sus melodías únicas. El álbum se posicionó instantáneamente, para quien les escribe, como uno de sus discos Top 5.
Y como no podía ser de otra manera, la tapa del disco es un Breakbot de chocolate, con todo lo que eso representa. Pero no terminó ahí. A manera de promocionar su álbum, se lanzaron ediciones limitadas de la versión en vinilo hechas de chocolate. Sí, de chocolate. Y no sólo podían comerse, sino también (y antes de comerlos), ¡podían tocarse en cualquier tocadiscos! “La calidad de sonido no es la mejor, y después de la tercera reproducción queda prácticamente destruido y no te queda otra que comerlo. Pero está bueno, yo todavía guardo un par en mi heladera”, contaba allá por el año de lanzamiento.
https://www.youtube.com/watch?v=5bte5jzPD3c
Y, ¿en qué anda hoy nuestro geek más cool? Además de recorrer el mundo dando recitales junto a su ya buen amigo Irfane y de producir algún que otro remix, como aquél a Phoenix y su tema “Trying To Be Cool”, Breakbot sacudió la escena con un anuncio reciente que motivó a redactar esta nota: el lanzamiento de su próximo álbum. El músico eligió Instagram para promocionar, discretamente, su segundo disco realizado con la colaboración de Irfane y los muchachos de Ed Banger. Ahora no queda más que esperar un álbum que cumpla y supere las expectativas, funky, electro, y con todo eso que fue Thibaut y es Breakbot, y que nos hace bailar.