BAM! se propuso construir arquitectura y paisaje en forma simultánea. Los metros cuadrados de la huella del edificio vuelven en un jardín en tres dimensiones, vinculando a través del mismo todas las plantas de arquitectura.
El proyecto es implantado en un terreno en San Isidro, Buenos Aires, Argentina, donde se generó un juego topográfico a través de una cubierta verde que une el jardín con la planta alta, generando una conexión franca entre ambos niveles, y la planta alta con el techo de la misma, buscando la integración completa de la casa con la naturaleza.
La materialidad de la vivienda fue concebida con materiales nobles sin mantenimiento, como es el hormigón, la madera dura y el vidrio.
La sustentabilidad, uno de los ejes principales de la casa es abordado desde todos los planos. Partiendo en la elección del terreno y la implantación en el mismo teniendo en cuenta sus orientaciones y vientos predominantes.
Siguiendo con la utilización de una cubierta verde con todos los beneficios que conlleva. Otros de los puntos que se tuvieron en cuenta fue la reducción del consumo del agua, utilizando el agua de lluvia para el posterior riego y la utilización de artefactos de bajo consumo de agua.
La utilización de energías renovables a través de paneles y colectores solares para el calentamiento del agua y calefacción de la casa. Las principales ventajas de utilizar energías renovables es que son energías más respetuosas con el medio ambiente, no contaminan y se consideran las energías más limpias del momento.
Más del 90% de los espacios con luz natural, vistas al exterior, y ventilación cruzada genera un beneficio no solo energético sino de mayor confort para su hábitat. Se optó por usar carpinterías con tecnología DVH para la reducción de consumo en la climatización.