Nota escrita por Ariadna Rousaud para Diariodesign. Fotos por Adrià Goula.
El proyecto, impulsado por el IAAC, se gestó y construyó en plena pandemia, entre abril y agosto 2020. La cabaña puede cobijar a una persona durante 15 días, viviendo de forma 100% autosuficiente. Se ubica en la sierra limítrofe de Barcelona y está construida con materiales y principios ecológicos y KM.0.
The Voxel. Una pista de lo que está por venir
De momento es un prototipo, pero todo hace pensar que The Voxel ha abierto la veda a una nueva forma de vivir en estos convulsos tiempos actuales. La irrupción de la pandemia y el creciente -y desastroso- calentamiento global han trastocado por completo nuestro modus vivendi tal y como lo conocíamos hasta ahora. Como respuesta a la crisis actual, desde el mundo del diseño y la arquitectura se están reformulando y acelerando nuevas alternativas constructivas. Todas ellas propician viviendas cada vez más autosuficientes (gestión energética, de agua y residuos), fabricadas con materiales locales y sostenibles, y construidas con técnicas ecológicas (sin metales, tornillos, ni pegamento). En este contexto nace The Voxel, un proyecto anecdótico para algunos, pero, seguro, la semilla de lo que está por venir.
The Voxel es una «quarantine cabin», es decir, una cabaña para pasar la cuarentena. Se encuentra en la Sierra de Collserola, circundante a la ciudad de Barcelona, concretamente en la zona de Valldaura. Su diseño y ejecución se gestó durante el Máster en Edificios Ecológicos Avanzados y Biociudades (MAEBB) del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IACC). Se construyó en tan solo 5 meses.
Materiales 100% km 0
La cabaña destaca, en primer lugar, por su material. Es una estructura de madera contra-laminada estructural (CLT), un material fundamental para construir edificios que combaten el cambio climático. Está hecha de pino carrasco, que fue fresado, secado, procesado y prensado in-situ en Valldaura. Solo se ha usado madera de proximidad, extraída en un radio de menos de 1 km desde el lugar de construcción.
La obtención de la madera ha sido posible gracias al plan de gestión sostenible del bosque aprobado en Collserola. A través de él, y con el fin de fomentar el crecimiento de árboles más pequeños (que absorben más CO2) y la biodiversidad de la zona, se puede obtener un cierto volumen forestal cada año.
Compromiso casi obsesivo con la localidad
En total se talaron 40 pinos, que posteriormente se cortaron en tablas de 3 cm y se apilaron durante tres meses para su secado. Cuando alcanzaron el nivel de humedad adecuado, cada tabla se llevó a la carpintería de Valldaura Labs para ser procesada en cientos de lamelas de pino. A continuación, cada lámina se codificó en una secuencia específica, se etiquetó y se prensó en más de 30 paneles estructurales de CLT.
Cada lámina, de cada panel, fue rastreada y localizada. Así, todos los componentes de la casa pueden ser rastreados con una precisión tan exacta hasta el punto de conocer de qué árbol proviene.
Construcción ecológica
El ensamblaje se ha hecho sin ningún uso de metal. Los paneles se unieron con juntas de solapamiento y tacos de madera, materiales poco intensivos en carbono. Por su parte, la estructura se envolvió en una capa de aislamiento de corcho. También se montó con una innovadora serie de paneles de protección contra la lluvia, compuesto por desechos sobrantes del proceso de producción de CLT.
Se aprovechó y sacó máximo partido de todo, hasta el borde orgánico de los recortes de las tablas de pino, que suelen desperdiciarse. En este caso, se convirtieron en una fachada que muestra la complejidad orgánica del árbol, normalmente oculta en la mayoría de las construcciones de madera.
Autosuficiencia para 15 días
The Voxel está pensado para alojar a una persona durante dos semanas sin necesidad de abastecimiento externo. A pesar de contar con tan solo 16 m2, no le falta de nada. El techo incorpora jardineras con plantas autóctonas, que canalizan el agua de la lluvia hacia un tanque de recogida.
También está equipada con tres paneles solares y una batería de almacenamiento independiente. Incorpora un método de recogida de aguas pluviales y reciclaje de aguas grises. También gestiona el tratamiento de aguas negras dentro de un sistema de biogás autónomo que genera combustible utilizable para cocinar o calentar y abono sanitario como subproductos.
El proyecto The Voxel ha sido dirigido por Vicente Guallart & Daniel Ibañez, con la coordinación académica de Michael Salka. En su desarrollo han participado 17 estudiantes y 5 voluntarios: Alex Hadley, Anfisa Mishchenko, Sena Kocaoğlu, Camille Garnier, Dania Aburouss, Ester Camps Bastida, Filippo Vegezzi, Giada Mirizzi, Juan Gabriel Secondo, Maitri Joy Uka, Camila Fajardo, Nathalie Botbol, Shreya Sharma, Yue Zhang, Zhiqian Liu, Rafael Abboud, Irene Rodríguez Pérez.
La organización ha corrido a cargo de Valldaura Labs at the Institute for Advanced Architecture of Catalunya.