Estuvimos de visita por el MAMBA y nos topamos con la excelente muestra del artista José Gurvich. Se trata de una exhibición que cuenta con aproximadamente 90 obras que van desde temperas, hasta collages y esculturas realizadas por Gurvich entre los años 1960 y 1974, año en el que falleció sorpresivamente a los 47 años.
José Gurvich nació en Lituania bajo el nombre de Zusmanas Gurvicius Galperaites. Su familia emigró al Uruguay en 1933, donde se formó como artista de la mano de Joaquín Torres García. La impronta de su maestro se ve muy clara en toda su obra, aunque supo encontrar la manera de apropiarse de la técnica y lograr su propio estilo.
La primera parte de la exposición muestra su etapa de aprendizaje con Torres García y su temprano vinculo con Buenos Aires. Muy admirado por el escritor Manuel Mujica Láinez, Gurvich realizó obras inspiradas en esta ciudad sobre maderas de diferentes formas y tamaños, dejando símbolos o incluso las iniciales B.A., como se ve en la obra que forma parte de la Colección del MALBA.
En la década del 50 viajó a Europa y quedó fascinado con la obra de artistas como Brueghel y Chagall. Gurvich empezó a escalar alto, conseguir reconocimiento y sus trabajos empezaron a ser expuestos en grandes ciudades como Roma, Nueva York, Washington, Santiago de Chile y Buenos Aires.
Para finales de los 60 decide volver a conectarse con sus raices judías y se muda a Irsael. Junto con este cambio en su vida, su obra muta y vemos muchas referencias de su traslado en sus trabajos. Nueva York fue su ultimo destino, y paisajes urbanos empiezan a ser los protagonistas de sus trabajos.
Hay tiempo para conocer los trabajos de este gran artista hasta el 6 de octubre en el MAMBA (Av. San Juan 350), la entrada sale unos módicos 5 pesos y los martes es gratis. Los horarios del museo son de martes a viernes de 11 a 19 y sabados, domingos y feriados de 11 a 20.