Maciek Jasik, de 39 años, pone un velo sobre la realidad. Los neones de colores del fotógrafo nos sumergen en un mundo alternativo iluminado con luces azuladas. Una colección de hermosos retratos, llevada por una paleta de colores postimpresionista.
Maciek Jasik comenzó a fotografiar en 2003, cuando viajó a Japón. La belleza única del lugar cambió su visión del mundo, y comenzó a contemplar todo con un nuevo ojo. “Seguí buscando detalles interesantes por donde iba”, explica. “Poco a poco me obsesioné con la idea de encontrar imágenes en mi mente y luego hacerlas”. De hecho, en sus imágenes, superposición imaginaria y realidad, transformando sus retratos en obras de arte singulares. “Utilizo el color para reinventar realidades, rehacer rostros, reimaginar cuerpos”, agrega. Los neones arrojan luz sobre las caras de sus modelos, invitándonos a descubrir un mundo que parece que no entendemos. “Tomamos nuestro mundo por sentado, y quiero destruirlo”, nos dice Maciek.