Armado con una Rotring y papel para acuarelas, las ilustraciones del artista visual Anton Vill, de Estonia, tienen un nivel de obsesión por el detalle impresionante.
En su trabajo nos encontramos con una exploración entre el interior y lo de afuera, con recursos algo grotescos, criaturas rubenescas y cierta fijación por las cabezas. Las sombras las genera con finísimas líneas y puntos que generan, a su vez, tramas y texturas en los dibujos.
