Katrien de Blauwer nació en la pequeña ciudad provincial de Ronse (Bélgica). Después de una infancia problemática, se mudó a Gante a una edad temprana para estudiar pintura. Más tarde asistió a la Real Academia de Amberes para estudiar moda. Un estudio que ella abandonó. Fue en ese momento que hizo sus primeros libros de collage, en realidad estudios y libros de humor para colecciones de moda. A una edad posterior, comenzó a recopilar, cortar y reciclar imágenes como autoinvestigación terapéutica.
Katrien De Blauwer se llama a sí misma “fotógrafa sin cámara”. Ella colecciona y recicla fotos y fotos de revistas y periódicos viejos. Su trabajo es, al mismo tiempo, íntimo, directamente correspondiente con nuestro inconsciente y anónimo gracias al uso de imágenes encontradas y partes del cuerpo que han sido cortadas. De esta manera, su historia personal se convierte en la historia de todos. El collage produce una especie de universalización, enfatizando la imposibilidad de identificarse con un solo individuo, pero permitiendo reconocerse en la historia. La artista se convierte en un intermediario neutral: sin ser la autora de las fotografías, las apropia y las integra en su propio mundo interior, un mundo que revela en tercera persona.
Katrien De Blauwer da un nuevo significado y vida a lo residual, salvando las imágenes de la destrucción e incluyéndolas en una nueva narración que combina intimidad y anonimato. Su trabajo, por lo tanto, trata de la memoria, básicamente. Memoria por acumulación más que por sustracción. Su trabajo recuerda los procedimientos de fotomontaje o edición de películas. El corte se usa como marco que marca lo esencial.