Originaria de Croydon y descubierta cuando tenía solo 14 años mientras esperaba sentada arriba de una valija en JFK, Kate Moss es, sin lugar a dudas, EL ícono de la moda de nuestra generación. Con su look
A pesar de los escándalos y andar de fiesta en fiesta, Kate siempre logró manter su vida privada con un halo de misterio, logrando que cada detalle que da (con cuenta gotas) resulte fascinante.
En octubre del año pasado fue convocada por Vogue UK para actuar como Contributing Fashion Editor, un rol que la pone del otro lado de la lente y generando un contenido fiel a su particular estilo.
Con esta colaboración Kate le abrió las puertas de su casa a la revista británica (y a todos nosotros, los lectores) para que podamos chusmear fotos, adornos y recuerdos de una vida en la cima.
Así descubrimos su pasión por la jardinería, el fanatismo por los stilettos Pigalle de Christian Louboutin (los usa tanto que el diseñador los modificó afinando el taco y exagerando la punta en el modelo “So Kate”, hecho en su honor) o que Samuel Taylor Coleridge una vez vivió en la habitación de huéspedes de lo que hoy es su hogar.