Nota escrita por Eva Contreras.
Esta nota sería más fácil si desarrollara lo que NO hace Sergio Bosco (a quien por cierto llamaremos “Bosco” de ahora en adelante, como si fuéramos sus amigos). Este fotógrafo, músico y artista plástico nacido en La Pampa abarca tantos proyectos, y lo hace tan bien en todos, que se complica desarrollar un ángulo.
Quizás el hilo sutil que une todo lo que hace Bosco es su búsqueda de la humanidad más pura y desnuda, tanto literal como figurativamente. En su serie de retratos Intimidad esto es más que obvio (algunas imágenes llegaron incluso a Vogue Italia). Bosco retrata a las personas en su propia casa, va a visitarlas, charlar y capturar su esencia dentro de su entorno natural. Es muy sublime la forma en que sus retratos inducen una conexión con quien los mira. Nos hace replantearnos la escenografía incidental de nuestra cotidianeidad y nos genera un deseo enorme de volver a vernos (nosotrxs a nosotrxs).
En su proyecto colaborativo Krude con la fotógrafa @marnadler, también hay una fascinación con la intimidad pero sin la convencionalidad estética del desnudo tradicional: cuerpos, posiciones y close-ups que nos ponen incómodos y a la vez nos enganchan irreversiblemente, porque nos muestran sin pudor escenas que estamos acostumbrados a disimular. “Crudo, raro, desnudo, absurdo” es como él mismo lo describe.
En sus series de street photography, como Resumen Porteño y Visitas Nocturnas; Bosco muestra la intimidad de Buenos Aires como entidad, y la forma en que interactuan orgánicamente todas las cosas dentro de ella: personas, objetos, naturaleza, luces. La diferencia es que acá todo es capturado en el momento y sin intervenir mucho. Sin poses. Otro tipo de desnudez.
“La energía de la ciudad me motiva”, confiesa Bosco, que ahora vive en el barrio porteño de Floresta.
Algo que me parece curioso es que ese hilo que para mí como observadora es evidente, parece estar lejos de ser intencional, y gracias a esta entrevista veo que en los procesos de Bosco no es relevante tratar de mantener una consistencia. Es algo que le fluye desde adentro sin rebuscarlo demasiado. “No soy mucho de pensarlo”, insiste y agrega que para él la intención es algo que “va cambiando todo el tiempo”.
Aunque la razón por la que sigo todo lo que hace @boscology es principalmente su trabajo fotográfico, para efectos de entender mejor su espíritu creador vale la pena chequear sus pinturas y obras plásticas, que son más bien abstractas, pero también mucho más personales. Se expone a él mismo mucho más cuando pinta que cuando retrata, y arriesgándome a equivocarme intuyo, por el uso de sus colores y el predominio de formas redondeadas, que se trata de alguien sensible y emocional que ha encontrado en sus creaciones (todas, incluyendo también sus canciones, su colección de manchas y texturas en @staincollector, los posters que hace con Lamas Burgariotti) la única forma cómoda de vulnerabilizarse.