El verano y la primavera en Japón son dos momentos mágicos para los fotógrafos. Ya hace un tiempo les mostrábamos las increíbles tomas que comparten profesionales y aficionados en el momento que todos los cerezos florecen en la capital del país del sol naciente, y hoy les traemos las capturas que hacen de los bichitos de luz que encienden los bosques en diferentes puntos escondidos de Japón.
Si bien parecen ser tomadas en un instante, estas fotos en realidad se componen con entre 10 y 200 cuadros y requieren de mucha técnica, buenos equipos y, sobre todo, paciencia. Es que estos pequeños insectos tienen un tiempo de vida de alrededor de 10 días, y son extremadamente sensibles tanto a la luz como a la polución, dos factores que abundan en la isla oriental.