El siempre particular y multifacético Marc Jacobs puede agregarle una pluma mas a su sombrero, y vaya si es particular. Esta semana se anunció que el director creativo de la casa Louis Vuitton diseñó el vestuario para la ópera japonesa “The End”, que tiene una gran particularidad: su protagonista, la ídola del J-Pop y artista Vocaloid Hatsune Miku, no es realmente una persona sino un personaje generado en 3D, que a pesar de no ser real llena estadios en el país oriental, presentándose en sus conciertos en forma de holograma e incluso interactuando con sus fans.
Para su debut en Tokyo en mayo, Jacobs enfundó a Miku en sus diseños geométricos característicos de la colección Primavera-Verano 2013, ligeramente modificados para acoplarse de la mejor forma a la onda colegiala de la cantante virtual. Y aunque el boceto fue tomado con cierta resistencia de parte de los fans, que no terminan de identificar a su ídola en el boceto que se presentó y no terminan de convencerse de que el vestuario sea lo suficientemente diferente de la colección, esta colaboración es claramente un hito en la historia de la moda.
Claramente, real o irreal, el poderío y la imaginación de Jacobs (y las influencias de un grande como Louis Vuitton) no tienen límites. Los grandes son así.