MANIJA de J.P. Zooey: Tecnología, política y adolescencia.


[infobox title=’MANIJA‘]J.P. Zooey lanzó su quinta novela de la mano de La Pollera, editorial chilena distribuida por Big Sur en Argentina. Una historia adolecente en tiempo de redes sociales, faltas de ortografía y escasez de caracteres.[/infobox]

Una notebook, auriculares y un escritorio con el borde de melanina desgastado por las uñas nerviosas de un joven, a la espera de alguna respuesta en las ventanas chats abiertas en la red social del momento, puede ser un contexto simple y concreto para imaginar esta historia. De todas formas, no es indispensable establecer un gran escenario para entender la potencia de MANIJA, la última novela de J.P. Zooey. La vorágine adolescente que culmina los contactos -digitales, claro- a los pocos minutos de comenzar, serán el contenido explícito de una novela que no requiere de largas conversaciones, sino de idas y vueltas esporádicas. La vida de Teo, protagonista de esta historia, se cuenta de forma intermitente. Las relaciones digitales que escasean de contacto físico, conforman los impulsos y emociones de este joven que sigue los pasos de su coach emocional, donde vomita las aventuras de su día.

J.P. Zooey narra la vida adolescente estableciendo vínculos con la actualidad social y política del país de forma constante. Ejercicio que hace al lector entrar y salir de la ficción para descifrar las metáforas que se insertan de forma sutil en el relato. Comidas carnívoras exóticas junto a su novia de Tinder, en tiempos de veganismo masivo, generarán conflictos internos en el protagonista que se resuelven a través de la terapia gratuita brindada por un desconocido. Los datos y logaritmos, que accionan su maquinaria a través de lo narrado en las ventanas de chat,  son absorbidos por las grandes empresas que controlan, administran y estimulan los consumos de estos jóvenes, como de todos nosotros.

Una madre ausente, amistades digitales, amor a través de cruces y corazones, el auto-descubrimiento sexual adolescente, aplicaciones de explotación moderna, terapia en las redes y empanadas económicas de pollo triturado, provocan que una historia de 96 páginas sea la disparadora de cientos de pensamientos auto-críticos que servirán como una puerta giratoria para salir por momentos de la historia y mirar hacia el exterior para reflexionar sobre la actualidad en la que vivimos.

Sin necesidad de recurrir a ciborgs para hablar de la potencia y los peligros de las tecnologías, el autor generará provocaciones a través de una historia tan escalofriante como real. Una ciencia ficción que ya no es lejana como hace algunas décadas, sino que puede estar ocurriendo en este momento, en algún departamento cercano a quien esté leyendo esta humilde lectura. J.P. Zooey, lo hizo de nuevo.

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