Con la inestabilidad que nos caracteriza y los vaivenes que año a año afrontamos como argentinos, es destacable cuando la identidad de una marca sólida como Jazmín Chebar permanece inmutable a más de 15 años de su nacimiento. Para esta nueva temporada la casa más chic de Buenos Aires vuelve con una propuesta con un mucho de rock y mix de estampas para llenar de color el invierno, e invadir las calles con esa chica Jazmín, la que reconocés a la distancia con su estética única.
Para arrancar, los característicos pantalones, infaltables en cualquier guardarropas, se tiñen de color e incluso se animan a los metalizados: plata y dorado, para las más osadas, o con estampas de estrellas y batik para un look más seventies. El print de leopardo ruge en forrería y detalles en zapatos, pantalones y carteras, y se proverbializa al frente de un mini-dress de lentejuelas increíble, o ese vestido largo (si, el de la campaña, estoy obsesionada…) en el que retozan inquietas las fieras.
La pedrería ya es tendencia absoluta, e invade cuellos, sobres, vestidos y sacos por igual. Must-have definitivo, declaro, el saco de paño con detalles en los bolsillos. ¡Y las tachas! Están en TODOS lados, sorprendendiendo en los cuellos de las chaquetas, o dándoles un toque de punk y una firma inconfundible a carteras, abrigos y zapatos.
Y los accesorios siguen su reinado absoluto y tienen un rango impresionante: se pueden encontrar desde las súper carteras de cuero de colores y animal print hasta unos clutches divinos para toda ocasión. Los zapatos altos y las botas siguen muy presentes; se complementan con chatas y ballerinas con mil apliques y distintos colores. Gorros, la tendencia que se viene y seguirá el año que viene, y esas bufandas de cachemira con el corazón bordado, ya una tradición de la marca, complementan la propuesta.
Variado pero único, con la calidad de siempre y el lujo del buen calce, el invierno de Jazmín está más trendy que nunca.