Egresada de la carrera Diseño de Indumentaria de la Universidad de Buenos Aires, Luz Ballestero trabajó en sus inicios junto a prestigiosas diseñadoras locales como Vero Ivaldi, María Cher y Laura Valenzuela. En 2008, se mudó a Europa para formar parte del departamento de diseño de United Colors of Benetton. Pero volvió en el 2011 para crear su marca homónima, que tuvo un auspicioso debut en las pasarelas más importantes del país, y como representante argentina en London Fashion Week.
En muy poco tiempo, la marca ha ido afianzándose con un estilo propio basado en una silueta única, la combinación de diferentes materialidades y la versatilidad de uso. Luz Ballestero presenta colecciones urbanas y actuales para el día y la noche, que priorizan la comodidad de las prendas y hacen de la simplicidad un estandarte.
Nos vestiríamos de Luz Ballestero todos los días. Conózcanla en 10 preguntas.
¿Cómo te presentas en un grupo de gente que no conocés?
¡Qué pregunta extraña! Jajaja ¿“Hola, soy Luz Ballestero”? Si es en el ámbito laboral, cuando hago notas para tele por ejemplo, digo: “Soy Luz, de Luz Ballestero” o directamente “Soy Luz Ballestero”.
¿Qué te inspira?
Me inspiran muchas cosas: el arte, los paisajes, el modo en que la gente usa determinada ropa en contextos que no son los habituales para esas prendas… Pero, sobre todo, me inspira mucho viajar. Desconectar del día a día me conecta con mi lado más creativo.
¿Cómo fue el camino que te trajo a donde estás hoy?
Fue un proceso de aciertos y errores, lo sigue siendo en algún punto. Arranqué trabando en marcas y para diseñadores acá en Argentina. Luego trabajé en Italia, en Benetton. Cuando volví comencé trabajando en mi casa, haciendo vestidos, y de a poco fui creciendo. De cada etapa aprendí algo. Trato de aplicar eso a mi marca, pero sobre todo intento ser fiel a mi necesidad y a mi crecimiento, no forzar algo que no es.
¿Cómo es tu proceso a la hora de ponerte a diseñar?
Busco algún disparador: una temática, una textura, una obra o lo que sea. Generalmente trabajo sobre temáticas deportivas, pero es algo que no tomo como fijo u obligatorio. De ahí arranca un proceso de diseño y experimentación, la parte más creativa, trabajar buscando texturas, mezclando materiales, y después ver como eso se arma en un relato de lo que quiero contar.
¿Quién fue y qué te enseñó tu mejor maestro?
Creo que la UBA en sí fue un gran maestro y desafío. Me enseño a tener constancia, a defender lo propio.
A la hora de armar una colección ¿Qué prenda es la que se lleva toda tu atención?
En verano, los vestidos y los tops. En invierno, los tapados y los pantalones.
¿Con qué persona, actual o del pasado, te gustaría colaborar en una colección?
Hay una artista plástica argentina que me encanta, se llama Eliana Heredia. Hace unas cosas increíbles y me encantaría trabajar con ella.
¿A qué lugar te mudarías sin pensarlo dos veces?
Siempre tendría que pensarlo dos veces. Mi familia y mis amistades son muy importantes, y más ahora que tengo un hijo. Pero creo que a New York, Londres o algún lugar de Italia. Tampoco lo pensaría demasiado si me tuviese que mudar a Uruguay. Amo el país vecino.
¿Qué parte de tu rutina no cambiarías nunca?
El desayuno! Es clave, no puedo ni pensar si no desayuno.
¿Cuál es tu frase de cabecera?
“Mientras lo sigas intentando, estás en el camino de lograrlo”. No importa cuántas veces te caigas en el proceso.