De color azul cobalto y ubicada en el vecindario de Coyoacán, en Colonia del Carmen, “La Casa Azul” es el museo donde nacio y vivió la célebre artista mexicana Frida Kalho, que luego supo compartir con su marido, el famoso muralista Diego Rivera, e incluso donde murió allá por 1954.
De arquitectura colonial y grandes parques interiores, la casa sirve como un lugar donde encontrarnos con la obra y la vida de Kalho, en donde se encuentran mezcladas sus propias obras con la decoración seleccionada por la artista en vida: artefactor pre-hispeanicos, esculturas tradicionales aztecas y el arte tradicional del país, pero a su vez numerosas obras de artistas como Paul Klee, José María Velasco, Joaquín Clausel o Celia Calderón Orozco.
Son diez las habitaciones que recorren el museo, donde se exhibe una mezcla de sus obras, objetos personales, fotografías, cartas, hasta sus vestidos, accesorios e incluso sus cenizas flanqueadas por una máscara funeraria y numerosos espejos. Entre las obras encontramos una serie de sus primeras pinturas, como “Frida y la cesárea”, “Retrato de familia”, “Ruina 1947” o el “Retrato de Guillermo Kalho”, como además piezas más reconocidas como “Mujer con cuerpo de guitarra” u “Ofrenda del día de muertos”.
Pero es su vida la que se recuerda, sobre todo, en la casa donde vivió y pasó la mayor parte de su tiempo. Está la cocina, con brillantes azulejos amarillos y azules, donde Frida y su hermana Ruth se pasaban horas, o su habitación, con el espejo de mano que utilizaba para crear sus famosos autoretratos y la silla de ruedas que la acompañó durante gran parte de su vida luego de un accidente que marcó el tono de su trabajo.
Así, encontramos todo el arte y cultura de México reflejada en el trabajo de la artista, en un solo lugar. Una cita imperdible la próxima vez que anden por Ciudad de México.