Se prevé que la población de la Tierra aumentará en 1.200 millones en 2030, y para entonces se estima que el 70% de las personas vivirá en las ciudades. En este escenario, las personas podrán optar por vivir juntas y compartir bienes y servicios domésticos. ¿Pero cómo será la vida en comunidad el 2030? ¿Para quién será, y qué implica compartir? Además, ¿cómo podría la convivencia cambiar la sociedad?
Para iniciar un debate al respecto, Space10, el laboratorio de IKEA dedicado a explorar los espacios habitables del futuro, en colaboración con el dúo de diseñadores Anton & Irene, ha lanzado ”One Shared House 2030” (una casa compartida 2030), un lúdico proyecto de investigación que se instala como la continuación de un documental interactivo diseñado por el dúo neoyorquino y que busca descubrir conceptos de convivencia como una posible solución a problemas tales como la urbanización rápida, la soledad y la creciente falta de viviendas asequibles.
“Hasta ahora, nuestras ciudades nunca habían sido tan atractivas para tanta gente, sin embargo, en el contexto de la urbanización en pleno auge, el aumento vertiginoso de los precios de la vivienda, la reducción de los espacios de vida y el aumento de las desconexiones sociales, el ”intercambio” será ”más cuidado” que nunca. Convivir con otros no es algo nuevo, pero como el espacio y el tiempo se están convirtiendo cada vez más en un lujo, el concepto necesita una renovación”. dijo Guillaume Charny-Brunet, de Space10.
”Una casa compartida 2030” ha sido diseñado como un formulario online de solicitud para un espacio potencial de convivencia a inaugurarse en 2030. El formulario pregunta a las personas qué bienes y servicios domésticos, incluyendo cocinas, espacios de trabajo, dispositivos inteligentes, cuidado de niños y automóviles sin conductor, estarían dispuestos a compartir, y qué tipo de espacio de convivencia sería especialmente adecuado para ellos.