Permission to Fire, el invierno caliente de THEM

THEM Campaña Permission to Fire

 

Ya pasaron dos años, cuatro temporadas y sin embargo pareciera que fue ayer cuando las THEM estaban lanzando esa primera colección que nos cautivó con sus extravagantes estampas y cortes prolijamente geométricos. Debe ser porque, aunque tengan un lenguaje bien propio que actúa como hilo conductor, todas las propuestas que hacen para cada nueva temporada es un mundo en sí mismo donde se va reinventando la marca una y otra vez. En esta oportunidad, hipnotizadas por el fuego, llegamos a “Permission to Fire”, su colección otoño-invierno 2013.

La inspiración de esta temporada parte del arte, específicamente de la década de los 90 y una conexión con Tracey Emin, una intensa artista británica con una serie de obras muy particulares, autoreferenciales y enfocadas en mostrar cada ínfimo detalle de su vida privada en piezas que se caracterizan por el uso de bordados e instalaciones de neón. Son estos los elementos visuales que las chicas retoman en las prendas de esta temporada, con el fuego, las anclas y las frases que invaden en forma de imágenes, bordados y estampas con efectos símil neón a sweaters, camisas, remeras, pantalones y vestidos de la colección. Como siempre, las estampas digitales son el fuerte de la línea, con prendas en las que el fuego toma literalmente por completo y un encuentra un particular uso de la técnica del bordado para generar prints únicos.

Los vestidos bandeaux con recortes, ícono indiscutido de la casa, siguen presentes y no dan más de lindos. La paleta, bien caliente, se hace fuerte en el colorado y el bordeaux y toma al azul eléctrico y al fucsia como aliados y al negro y beige como soportes para acercarse al objeto neón, bien presente en la obra de la artista. Piezas como el vestido largo de anclas fucsia, el cárdigan de lana manchado en azul, bordeaux y beige, o las botas diseñadas con volutas de fuego son las elegidas por las diseñadoras como las imperdibles de la colección.

Todo el espíritu rebelde de Emin se transladó a la campaña y al lookbook, donde se recrearon escenas de la vida que la artista supo convertir en instalaciones. Desnudos, el proceso de vestirse y su forma de trabajar fueron la inspiración para las imágenes capturadas por la lente del Gato Suaya.

Es curioso, en dos ocasiones el fuego consumió los trabajos de Tracey Emin, una vez de forma accidental y otra intencional. De ahí el nombre de la colección, Permission to Fire, que en realidad poco permiso pide… porque realmente arde.

Prendete fuego vos también en Malabia 1924, Palermo.

 

Por Lu Bertolini.

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