Oriundos de Valencia, Pichi y Avo son dos artistas que desde el 2007 decoran las paredes de España y el mundo con sus graffitis surrealistas.
Con un gran trabajo de luces, sombras y texturas logran darle a sus piezas una tridimensionalidad que no se ve en muchos lados, logrando sin dudas que las obras de despeguen de las paredes. Su firma, presente en todas sus obras, es una bombita de luz encendida.
Últimamente, aburridos del graffiti tradicional, se volcaron a armar piezas que integran el arte clásico con su técnica, mezclando figuras mitológicas con spray de colores, sin perder nunca su origen pero llevando su obra a un nuevo nivel. Esas son nuestras preferidas.