En los últimos meses de su vida, y pese a sufrir severas limitaciones físicas, Leonard Cohen seleccionó una serie de textos que habría de conformar su último libro de poemas. La llama (the flame) presenta ese material en un formato que sus editores, los profesores Robert Faggen y Alexandra Pleshoyano, así como el habitual editor canadiense de Cohen, creen que refleja las intenciones del autor, puesto que se basa en el manuscrito que él mismo compiló, a la vez que utiliza como guía las mismas decisiones estilísticas de sus libros anteriores. Robert Faggen trabajó estrechamente con Leonard al inicio del proyecto y Alexandra Pleshoyano se unió más tarde; la edición se concluyó en abril de 2017. Adam Cohen, el hijo de Leonard, sugirió el título (“lo quieres más oscuro / apagamos la llama” Cohen había escrito en su álbum de despedida).
PLENO EMPLEO – PARA V. R. (1978-2000)
Vanessa me llamó
desde la lejana Toronto.
Me dijo que
podía contar con ella
si alguna vez me sumía en la miseria.
Después de colgar el teléfono
toqué
la flauta de madera de seis agujeros
que me regaló
cuando nos separamos.
Descifré la digitación
y toque mejor
que nunca.
El sonido
me hizo llorar,
y también el recuerdo
de su extraordinaria belleza
que nadie podía evitar,
y porque me dijo
que faltaba una canción,
y que yo había sido elegido,
entre todos los desempleados,
yo había sido elegido
para recuperarla.
Te veo en ventanas
tan abiertas
no hay nada tras ellas,
ni dentro tampoco.
Te quitas las sandalias
te sueltas el pelo
tu belleza desmantelada
que luces por doquier.
La historia está escrita.
La carta está sellada.
Me diste una azucena
pero ahora es un campo.