Pocos metros, mucha luz y más ideas

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Les presentamos la casa de Hernan Rossi, un comunicador social y publicista rosarino, que con poco presupuesto dejo muy lindo su casa. Una muestra de que el presupuesto no tiene por qué coartar tus sueños.

Amante del diseño y el arte no resigno las ganas que su casa  lo reflejara a pesar de los 35m2. La caja blanca le sirvió de lienzo para poder crear ahí su lugar en el mundo.

La luz natural fue lo que lo decidió alquilar éste dos ambientes. Siempre pensó que podría resignar metros pero nunca luz.

Al principio el lugar vacío le generaba una ansiedad incontrolable por completarlo. El poco presupuesto rápidamente lo hacia caer en la realidad. Pero esto no resultó un impedimento, sino al contrario. Los escasos recursos y el poco lugar agudizaron su creatividad y pudo generar una gran casa a pesar de los pocos metros.

Desde el principio tenía en claro cual iba ser su estilo. Los ambientes despojados siempre lo hicieron sentir más cómodo. Demostró que el minimalismo no implica tener espacios fríos e impersonales. Generó calidez y logró equilibrio. El arte y el ingenio están presente tejiendo los ambientes.

Cada cosa que ingresaba tenía que saber dónde iba estar  y que función iba a cumplir. Integrar los espacios, texturas y colores fue el desafió para generar continuidad y ganar especialidad a pesar de las dimensiones. Prueba y error. Dibujar el plano y proyectar encima fue la decisión más acertada para no arrepentirse ante una inversión concretada. El mobiliario se transformó en las piezas del juego y plano en el tablero. Está claro quien ganó la jugada.

Poder ver un poco más allá. Descubrir el potencial de un espacio deshabitado es una de las cualidades que tuvo al encontrarse con la propiedad. Pero no solo imaginó el espacio sino que también supo ver algo más en materiales que otros descartaron.

Los recortes de acrílicos que alguien desecho conforman un mural. La obra Hernán la diseño en homenaje al artista argentino Julio Le Parc.  Los almohadones del cuarto son el resultado de reciclar prendas que compró en ferias. El carro contenedor de la cocina surgió de una vieja mesa de TV. El paragüero es un tacho de pintura de 20 litros intervenido por un artista. Las luminarias de la casa son otra de las pruebas de que se puede ver más allá. Están resueltas ingeniosamente con envases de desodorante.

No son necesarios ni muchos metros ni demasiado presupuesto para vivir en el lugar soñado. La astucia y las buenas ideas son recursos a los que hay que recurrir a la hora de pensar los pequeños espacios.

las fotos son de Gonzalo M Rodriguez.

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