La ilustradora da una idea de cómo sus estudios de arquitectura han informado su trabajo y por qué su diagnóstico de dislexia es un “superpoder”.
Platos rebosantes de rica salsa de tomate, sándwiches peligrosamente tambaleantes y comestibles en abundancia, las ilustraciones de Rocío Egío son el sueño de todo amante de la comida. Habiendo crecido en una familia de amantes de la comida, de los que Rocío nos dice que pueden pasar horas charlando mientras disfrutan de un delicioso postre, la ilustradora ve el acto de comer como un acto unificador, creyendo que “la comida une a las personas, y compartir la mesa es lo más importante”. lo más generoso del mundo”. Con sus encantadoras y satisfactorias ilustraciones, es este sentido de unión y alegría culinaria lo que Rocí representa con tanto éxito.
No solo inspirada en la comida de su juventud, Rocío también observa mucho de su estilo en el entorno de su ciudad natal. Al crecer en la costa este del Mediterráneo en Alicante, las “escenas de colores y sombras de verano” están estampadas en el ojo de su mente creativa y ahora influyen significativamente en sus paletas cálidas y acogedoras.
Pero aunque a Rocío le encantaba dibujar desde una edad temprana, su aptitud para la academia significó que la impulsaron a estudiar arquitectura en lugar de únicamente ilustración. Llena de viajes y exploración (completó un año de Erasmus en Lausana y vivió en Shanghái durante seis meses), su tiempo de estudio fue ciertamente estimulante y enriquecedor. Sin embargo, tras terminar ocho años de estudios, decidió que era hora de apostar por un campo más “artístico y visual”. En 2016 trabajó para una marca de perfumes a cargo de la comunicación visual, antes, en 2018, comenzó a trabajar como freelance, primero en diseño gráfico hasta que “comenzó a surgir un estilo de ilustración, tenía coherencia, me representaba perfectamente y me sentía muy cómodo con eso”.
Lejos de descuidar sus raíces arquitectónicas, Rocío ve en su educación una gran influencia en su estilo ilustrativo: “El uso de la geometría y la composición proviene de mis años como estudiante de arquitectura. Siempre uso diseños planos, vistas superiores y perfiles en mis representaciones”, explica. Y, no solo informando su estilo, sus estudios también han formado su enfoque: “Soy una chica muy racional y me encanta planificar y seguir una metodología en mis proyectos (sé que esto es algo inusual en las personas que trabajan como creativas). ).”
Mientras habla sobre su enfoque del trabajo, Rocío también menciona cómo, cuando tenía 24 años, descubrió que tenía dislexia. Al explicar cómo “todo tuvo sentido” cuando recibió el diagnóstico, Rocío ve su dislexia como un “superpoder” y una “ventaja” para su trabajo. “Mi cabeza entiende el mundo en imágenes”, agrega, “para mí, traducir obras o ideas al lenguaje gráfico es necesario para procesar y comprender el mundo”. Rocío también considera que su dislexia informa su sencillez característica, con su enfoque en geometrías, composiciones limpias y paletas de colores reducidas. Citando las reflexiones del escultor rumano Constantin Brâncusi – “la simplicidad es la complejidad resuelta” – Rocío explica que le gusta “ir a la esencia de los problemas y limpiar el ruido que los rodea”.
Este enfoque simple pero efectivo se demuestra mejor en la comisión de Rocío para The Washington Post. Con la tarea de crear una ilustración que representara el “trabajo en equipo”, la pieza se publicaría en los cuadernos de todos los equipos creativos. Con una tarea tan importante, Rocío sintió la presión. Pero con un conjunto de diseños coloridos centrados en varias manos ayudándose y colaborando entre sí, el producto final fue tan impresionante y perfectamente indicativo del resumen.
Siendo una “workaholic” declarada –“Puedo estar trabajando horas y horas, sin pensar en mi salud, mi vida privada o social”–, Rocío espera que 2022 sea el año en que logre una vida más equilibrada. Buscando crear un trabajo más personal, ser más selectivo con los proyectos, trabajar de manera más inteligente y permitirse más tiempo para jugar, parece que la planificación y la metodología de la marca registrada de la ilustradora están preparadas para servirle bien.
(vía) Words: Olivia Hingley |