Con el auge de Instagram, ya no nos sorprende enterarnos de emprendimientos como ATUM Desserant, un restaurant de Hong Kong que no sólo sirve únicamente postres, sino que los arma especialmente con la intención de que sus clientes tomen fotos de la comida y la compartan en las redes sociales.
En su carta ofrecen incluso una opción de “Improvisación de postres” en el que un chef arma, casi como una obra de arte, un plato para compartir entre dos.