Ya nos había sorprendido el año pasado con una propuesta majestuosa en el planetario de Buenos Aires, presentando prendas que hacían de la noche, la oscuridad y un juego entre lo que se ve y lo que se esconde su razón de ser. Esta vez, Fabián Zitta nos trajo su nueva colección en un marco radicalmente opuesto pero no por eso menos impactante. Fue el Faena Arts Center, con sus altos muros, blancos, inmaculados y al rayo del sol, el hogar que encontró el diseñador para lanzar su línea para el verano del 2014.
Influenciada en los trabajos de la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, la propuesta retoma el deconstructivismo y sutileza que caracterizaron su obra con una serie de prendas que en suaves volúmenes y diagonales futuristas que se cruzan con curvas orgánicas construyen una colección fabulosa por donde se la mire.
Todo es lujo: desde la etérea caída de los géneros cortados a la perfección, pasando por los pliegues hechos con maestría hasta el impecable calce de vestidos, tops y faldas que recorren, elásticos, el cuerpo de las modelos. Y la paleta acompaña, haciendo pie en el blanco y el nude y sumando suaves toques de plata, cobre y oro hasta llegar a prendas en tonos durazno y un furioso amarillo.
A diferencia de su última propuesta que incluyó látex, cueros y recortes en láser, los géneros de esta temporada piden a gritos que llegue el calor. Son sedas naturales, organzas y brocatos las que se mezclan con rafias y materiales menos convencionales como vinilos, engomados y plastificados con calados, con mucho feel veraniego y listos para mezclarse con paisajes de piletas, cocktails y mares turquesas.
Vuelve la colección de hombres en una propuesta reducida, con sacos entallados en en rafia engomada y lino, shorts sastreros, pantalones chupines en satén, remeras y camisas, todo en una paleta brillante, complementan la propuesta dándole un toque sport y descontracturado a la temporada.
No sé bien por qué nos sorprendemos con cada una de sus propuestas, cuando sabemos que, de alguna forma, siempre logra darnos un poco más. No importa. Nos encantan las sorpresas.
Fotos por Emma Livingston